domingo, 28 de abril de 2013

Recomendaciones en base al viaje realizado


  • Adaptar los horarios de comida y cena a Centroeuropa para evitar problemas al acudir a restaurantes. Los menús del día se sirven a mediodía a partir de las 11.30-12.00. A la hora de cenar procurar no ir más tarde de las 22.30 (salvo información del restaurante en contra) porque las cocinas tienden a estar cerradas.

  • Aparte de conocer de antemano las especialidades culinarias que nos puede ofrecer un país, que siempre nos ayudará a saber lo qué debemos probar, lo importante es tener la mente abierta. Estar dispuesto a probar cosas y no comer lo que convencionalmente comemos.

  • Comprobar siempre en la carta de los restaurantes si hay un porcentaje fijado para el servicio (suele oscilar entre el 10-15%). Si es así estaremos obligados a pagarlo y no habrá que dejar propina extra (salvo que consideremos dejarla a mayores por un trato y servicio recibido que creamos que lo merece). Ver Consejos útiles para organizar el viaje


  • Si el servicio no está incluido en la carta de precios es costumbre dejar una propina por él, que suele estar entorno al 10% (o lo que creamos justo). Y la forma de dar la propina también tiene su ritual así que es indispensable conocer algunas reglas al respecto. Ver Consejos útiles para organizar el viaje

  • El agua del grifo en Budapest en totalmente potable, nosotros la bebimos sin ningún contratiempo. Ahora bien, para el que prefiera el agua embotellada es importante conocer el código de colores de los tapones de las botellas. Tapones de color rosa, agua sin gas. Tapones de color azul, agua con gas. Tapones de color verde, agua ligeramente carbonatada.

  • Después de ver la ciudad hay que decir que las distancias entre monumentos y lugares de interés son grandes. Si se dispone de tiempo suficiente, organización adecuada y nos gusta andar la mejor forma de ver Budapest es caminando, para no perder detalle de edificios, calles, escaparates, vida cotidiana de sus habitantes.


  • En lo referente al transporte público habrá que prever cuantos desplazamientos nos harán falta por día y en función de ello, y para ahorrar dinero, tal vez lo más recomendable sea adquirir el bono de 24 horas que permite viajes ilimitados (también los hay de 48 y 72 horas, e incluso de una semana).

  • Si vamos a usar el transporte público de manera puntual (tal y como hicimos nosotros) lo mejor es el billete sencillo o el que permite transbordo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que es complicado comprar billetes fuera de las estaciones de metro por lo que la recomendación es llevar siempre billetes de sobra en el bolsillo y no confiar en encontrar un punto de venta cuando lo necesitemos. Para esto una buena solución es comprar bonos de 10 billetes sencillos.

  • Si hay que hacer uso de las máquinas expendedoras de billetes que podemos encontrar en algunas paradas de tranvía en Budapest hay que saber que solamente funcionan con monedas, así que hay que llevar “calderilla” en el bolsillo. En Bratislava los únicos puntos de venta de los billetes de transporte (autobús, trolebús, tranvía) son máquinas ubicadas en la calle (ver aquí) y solo funcionan con monedas. En ambos países (Hungría/Eslovaquia) cuando se pide cambio en monedas en alguna tienda o kiosco no es fácil obtenerlo, por eso lo mejor es siempre llevar monedas encima.

  • Dada la complejidad que hay algunas veces para saber si los títulos de transporte son válidos para determinadas circunstancias, si hay dudas lo mejor es obrar por exceso y si hace falta comprar y pagar un billete extra de más para estar totalmente seguro y no ser objeto de multas, actuar de esta manera. Así os evitaréis incidentes como el que nos aconteció el día que regresamos del recodo del Danubio. Ver Consejos útiles para organizar el viaje


    • Cuidado con los consejos que nos de el personal del servicio de transportes o de seguridad en el interior de la estaciones de metro. No hay porqué desconfiar de ellos pero vista nuestra experiencia no está de más andarse con mucho ojo.

     
    • Es posible optar por tranportes fluviales que añaden belleza a los desplazamientos en la excursión del recodo del Danubio y del lago Balaton. Funcionan los fines de semana (no siempre todo el año) y a diario en los meses de verano (a partir de mayo). Lo mejor es consultar horarios y calendarios; si cuadra en el planning seguro que es una opción muy atractiva, que en nuestro caso no llegamos a emplear por no encajar las fechas. Para desplazamientos en barco a lo largo del recodo del Danubio consultar la página web de Mahart Passnave. Para desplazamientos en barco a lo largo del lago Balaton consultar la página web de Balatonihajozas.

    • En desplazamientos de larga distancia de autobús/tren, aunque resulte obvio comentar esto, hay que llegar con suficiente tiempo de antelación. Los transportes en Hungría (igualmente en Eslovaquia) son muy puntuales y estrictos con los horarios de salida. Y además podemos evitar sorpresas inesperadas que puedan surgir por obras o cualquier otra circunstancia no prevista.
     


    •  A la hora de hacer la visita al Parlamento de Budapest se pueden comprar las entradas “in situ” pero si las adquirimos por adelantado por internet nos ahorraremos colas y ganaremos tiempo (Ver Preparativos antes del viaje). Nunca se debe hacer la visita al Parlamento el último día de estancia en Budapest, porque si se llegara a cancelar por algún acto oficial (puede darse el caso) nos reembolsarán el dinero (se paga por adelantado) pero no tendremos opción de que nos la pospongan para un día posterior.

    • Todo lo dicho anteriormente es aplicable a la visita a la Ópera Nacional de Hungría. La única diferencia es que no se paga por adelantado, si no EN METÁLICO en la ventanilla, antes de iniciar la visita.




    • Para los traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto el transporte público funciona de maravilla. Ahora bien, si somos un grupo (para diluir costes) o se llega a horas intempestivas la mejor opción es el taxi privado. Suelen ser serios y eficaces; por poco dinero más se ahorra tiempo, que a fin de cuentas es oro.

    • Se puede hacer un presupuesto aproximado de lo que nos puede costar el viaje antes de partir y tener una idea más o menos certera del dinero a gastar. Una vez finalizada nuestra estancia por Hungría (y Bratislava) estos son los costes totales que se produjeron a lo largo de todo el viaje. Lo dejo a modo de ejemplo y de forma desglosada por si puede resultar orientativo.

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    Nota: Gracias a la gestión de Balazs desde Budapest, conseguimos que MAV-START (la compañía húngara de ferrocarriles) nos reintegre el importe de los billetes del tren que perdimos en Balatonfüred. Al cambio son 8,52 euros por persona, que no se han contabilizado en el cuadro anterior. Para todos los cálculos se supone un cambio medio €/HUF de 290,000, teniendo en cuenta los distintos cambios obtenidos a lo largo de todo el viaje.




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